En una entrevista a 'Marca', el gallego Nico González se mostró con los pies en el suelo y consciente de que aún no ha conseguido nada, pero es cierto que su llegada a la élite ha sido fulgurante.
"El mayor cambio que he vivido fue hace un año más o menos, cuando empecé a jugar muy bien en el Barça B de pivote", explicó Nico, antes de añadir: "No imaginaba que me diesen la oportunidad tan rápido, pero creo que me gané hacer la pretemporada y al final, este año se me está pasando volando. Va todo rapidísimo. Uno empieza a jugar, a ser titular en varios partidos y ficha del primer equipo. En un año me ha pasado todo volando".
"En Primera sólo he jugado de interior, así que es complicado compararlos porque no he jugado de pivote. Pero ahora estoy jugando siempre de interior y estoy muy contento. Si algún día necesitan que juegue de pivote jugaré de pivote", dijo sobre su participación en el equipo de Xavi Hernández.
Nico tiene claro que la clave en el Barcelona es "apostar por los jóvenes". "En el Barça es una locura la cantidad de jugadores que están saliendo. Cuando yo llegué con once años jugaba con Ansu y con Eric, llegar al primer equipo juntos es una pasada", reconoció.
Su padre, Fran, mítico ex jugador del Deportivo de La Coruña, le ayudó en ese proceso: "Es cierto que mi padre ha sido exigente conmigo, pero en el esfuerzo y el sacrificio. Ha vivido todo esto que me está pasando a mí y sabe que es precioso llegar hasta el primer equipo del Barça o a la Selección Española Sub 21, y por ello, merece la pena todo el esfuerzo que uno hace durante muchos años".
El lado malo, lo que se ha perdido en los últimos años. "Durante toda mi adolescencia he sacrificado muchas cosas. El ejemplo más claro son los veranos. Mis amigos se iban de viaje, de campamentos todos juntos o cosas de esas. Este tipo de experiencias yo no he podido vivirlas y es algo que me hubiese gustado vivirlo", confesó Nico.