Aunque no es presidente, está claro que Berlusconi es el que manda en el Monza, club que quiere llevar a la élite.
Marco Zaffaroni, técnico del equipo desde 2016, ha sido destituido. Sus últimos resultados no le han ayudado: en los últimos cinco encuentros, dos empates y tres derrotas.
El sustituto de Zaffaroni es Cristian Brocchi, ex jugador italiano que estuvo más de diez años en el Milan en distintas etapas. Un hombre de su confianza.
En 2016 incluso dirigió al equipo 'rossonero' de forma interina. Berlusconi, el hombre que no quiere futbolistas con barba ni tatuajes, ya ejerce su poder.