El combinado argentino tuvo encarrilado por dos veces la eliminatoria. Se adelantó en el marcador en la segunda parte, pero el empate africano le llevó a la prórroga. Allí, de nuevo marcó primero nada más empezar el tiempo extra, pero al final del mismo Mali logró llevar la definición a los once metros.
"Todo sirve como aprendizaje. Creo que no merecíamos irnos, pero el fútbol termina cuando el referí toca el silbato, por eso hay que estar atentos. Tuvimos una desatención que la pagamos caro, lamentablemente. Lo teníamos controlado el partido", dijo en referencia al despiste que acabó haciendo llorar a la 'Albiceleste'.
Sin embargo, el 'Bocha, defendió a sus chicos: "Lo que les dije que lo positivo es que estuvieron a la altura de un Mundial. Mi objetivo como entrenador es que ellos sean el futuro de nuestra Selección".