En Italia siguen dando por hecho que la temporada no va a acabar. Al menos, el presidente de la Fiorentina, Rocco Commisso, confesó que cada vez es más complicado un acuerdo.
El propietario pidió tiempo para ver cómo evoluciona la enfermedad, pero confirmó que la pinta no es buena. "No sabemos qué pasará en las próximas fechas desde el punto de vista sanitario. Con seguridad, no se podría empezar a jugar antes del 20 de mayo y no es posible hacer 15 partidos en un mes y medio", comenzó.
"Nos iríamos hasta julio, pero es imposible saber qué va a pasar por parte del Gobierno", continuó, antes de explicar sus dudas: "Puede haber un nuevo decreto que prohíba los entrenamientos aún más tiempo. Y necesitamos entrenar al menos dos o tres semanas".
Commisso volvió a apuntar a su teoría de la no finalización, que ya deslizó esta semana hace unos días: "Si la situación no mejora en dos o tres semanas, no creo que regrese el fútbol esta temporada".