Bien es cierto que el equipo de Simeone cambió por completo en el pasado mercado de verano, pero ha habido tiempo para encontrar una fórmula y once ideal con el que mantener una regularidad.
Las lesiones han atacado a la plantilla del Cholo, aunque no debe ser una excusa al haber mimbres de sobra como para no encadenar cuatro partidos consecutivos sin ganar. Eso sí, el problema no es solo del ataque.
La sala de operaciones y de máquinas no trabaja como debería, A lo largo del curso se han visto cambios en el típico 4-4-2 del Cholo y no ha podido dar el nivel. Héctor Herrera empezó a ser importante a finales de año, por ejemplo.
En el caso de Thomas, el centrocampista tampoco ha tenido su mejor rendimiento, pues se vio en el partido contra el Leganés porque el Atlético hizo una gran parte de los pases de sus medios en su propio campo.
Saúl ha tenido que ocupar en alguna ocasión el lateral izquierdo por culpa de la baja de Renan Lodi y Koke no ha sido la prolongación de Simeone sobre el terreno de juego por otra lesión.
El capitán lleva sin jugar desde la semifinal de la Supercopa y la estabilidad que da su fútbol y sus órdenes en el campo se han notado. En todos los casos, Oblak no puede sostener él solo a un equipo tocado y con síntomas de quemazón en todas las líneas.
Urge un delantero que sustituya la garra de Diego Costa y deje a Joao Félix más libre, pero también es de extremada urgencia recuperar la verticalidad, los pases con sentido y el jugar en campo rival más constantemente.