Rebrov recordó a los medios de comunicación la diferencia de nivel entre ambos conjuntos: "No debemos olvidar contra quién estábamos jugando, es un rival de LaLiga y puede controlar el balón y el partido. Estuvimos bien los primeros veinte minutos, luego dejamos que dominaran".
Cuestionado por la forma física de sus futbolistas, el técnico del Ferencvarosi reconoció que sus jugadores estaban "muertos" tras el encuentro. "No sé por qué no se puede posponer el próximo partido de la liga húngara. No nos ayudan", dijo.