Se veían las caras seis modestos clubes que luchan por seguir avanzando en el sueño de la Champions League. El BATE Borisov recibía en casa al HJK Helsinki, el Kukësi al Qarabag y el Ludogorets al Videoton.
Tres encuentros que comenzaron y finalizaron exactamente de la misma forma: en empate a cero. Ninguno de los tres marcadores quiso moverse ni alterarse lo más mínimo en ningún encuentro, dejando todo por decidir a la vuelta tras 90 minutos de pura batalla.
Pero, vayamos de uno en uno. Pese a que el BATE Borisov fue líder del balón en casa, en el Borisov Arena, no le fue suficiente al conjunto bielorruso de Baga para superar a un HJK Helsinki muy bien armado en el centro del campo.
Mika Lehkosuo movió el banquillo finlandés para renovar a sus tres delanteros, ofreciendo frescura y presión arriba, una estrategia que salió redonda de cara al encuentro de vuelta del próximo mes de agosto.
Algo parecido sucedió en el Kukësi-Qarabag que presenció el Zeqir Ymeri Stadium. Pese a que, en esta ocasión, el balón estuvo en manos visitantes, tampoco pudo el conjunto de Qurban Qurbanov superar a los albaneses, que se metieron por completo en su área con hasta cinco hombres atrás, haciendo prácticamente imposible al Qarabag encontrar un hueco.
Centrándonos ya en el último de estos tres cero a cero, nos encontramos con un Ludogorets-Videoton sin apenas ocasiones en áreas rivales, aunque con más presión ofensiva de los búlgaros.
Lo intentaron hasta el último suspiro los de Paulo Autuori, pero los de Marko Nikolic aguantaron muy bien la presión rival y se volvieron a Hungría con la recomensa del valioso empate a cero bajo el brazo.
De esta forma, los seis se jugarán el todo por el todo en el encuentro de vuelta, citado ya para el próximo 1 de agosto, encuentro en el que se decidirá quién seguirá soñando con la competición de las estrellas.