7 goles más, decisivo y al fin feliz: la mutación de Antony en el Betis

Hay jugadores que necesitan coger otro camino para poder explotar todas sus virtudes. Uno de ellos es Antony, que ha conseguido desplegar todas sus cartas en el Betis tras atravesar una delicada situación en el United, donde quedó relegado a un segundo plano porque no cumplió con las expectativas depositadas en él. Ante el Jagiellonia sumó su encuentro 14 como bético. Los mismos que disputó esta temporada en Old Trafford. Era una sombra de sí mismo, ahora vuelve a irradiar la luz que le llevó precisamente a cambiar Ámsterdam por Mánchester.
El atacante, con un juego apático en Old Trafford, ahora desprende un aroma lleno de alegría. No hay momento en el que el de Osasco encare a un rival y muestre una amplia sonrisa porque está atravesando un gran momento a nivel personal y profesional.
Cualquier persona necesita una aclimatación cuando llega a un nuevo puesto de trabajo. Sin embargo, hay quienes ya cumplen desde el primer día. El brasileño ha sido un claro ejemplo de ello. Y ha sabido encontrar en Manuel Pellegrini a su mejor aliado. Ha respondido a la titularidad que tuvo desde el primer día con 4 goles y 4 asistencias en una bolsa de 14 encuentros (hay que sumar los de hoy) (todos ellos como titular). No hay más que mirar los números del presente curso o incluso aquellos que corresponden a su etapa al completo en el 'Teatro de los Sueños': 12 goles y 5 asistencias en 96 encuentros disputados. Esta temporada, solo hizo un gol (de penalti), en 405 minutos. De verde y blanco ya suma casi el triple (lleva 1072 y hay que sumarle los que juegue hoy) en el mismo número de participaciones.
El atacante, con una adaptación exprés, empezó a marcar la diferencia desde el minuto uno con 3 premios 'MVP' en sus 3 primeros partidos en el conjunto andaluz. Además, el jugador paulista ha conectado con su entrenador y también con Isco, otra de las piezas fundamentales del equipo de las 13 barras.
En el caso del chileno, ha conseguido lo que Ten Hag no pudo y eso que el neerlandés pidió expresamente su fichaje para el United. El expreparador 'red devil' no fue capaz de sacar rédito del talento del futbolista, que acabó siendo condenado al ostracismo porque no justificó los 95 millones de euros que costó. Llegó a la disciplina británica tras dos temporadas brillantes en Países Bajos, donde, defendiendo el escudo del Ajax, había anotado 24 goles y dado 21 asistencias en 84 partidos, solo 8 de ellos como revulsivo.
Ni Rúben Amorim dio con la tecla para pulsar la versión 'prime' del brasileño, que ha llevado a cabo una profunda transformación en su cesión en el Betis para relanzar una carrera que prácticamente estaba por los suelos.