El Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha aprobado añadir un cambio extra tanto en Primera como en Segunda División en caso de conmoción cerebral de un jugador pudiendo sustituirle sin restar una sustitución de los cinco permitidos.
"Se produce una sustitución adicional permanente por conmoción cerebral cuando se sustituye a un jugador cuando se produzca una conmoción cerebral o se sospeche que se ha producido y este no participa más en el partido. Dicha sustitución no cuenta en el cómputo de las sustituciones "normales" permitidas (o en las oportunidades de sustitución, si procede)", afirma el comunicado enviado por Luis Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol sobre las modificaciones de las reglas de juego para esta temporada.
La sustitución extra por conmoción cerebral es una medida opcional recogida por la IFAB, el órgano legislativo del fútbol mundial, y que ya fue aplicada en la pasada Copa América, en ese caso con la introducción de una novedosa tarjeta rosa.
Sobre el fuera de juego, será infracción cuando el balón venga de un defensor que se encuentre de manera "inesperada", o sin opciones de "reacción" o cuando "intercepte" un disparo a portería. Por el contrario, no será pitado como fuera de juego cuando el defensor sí tenga tiempo para jugarlo y lo haga de forma "controlada" y no "forzada".
En relación a las manos, sí se pitará como infracción las manos voluntarias, la mano en posición antinatural y las manos inmediatas a gol, incluso si es accidental, cuando el jugador logra el tanto: cuando se marca el gol directamente con el brazo o la mano o cuando se marca el gol inmediatamente después de que le toque alguna de las dos partes.
En cambio no se considerará infracción cuando la mano esté en posición natural, con manos pegadas o próximas al cuerpo; manos apoyadas o hacia el apoyo, como soporte de equilibrio; mano tras balón jugado por el propio jugador, mano procedente del despeje de un compañero de equipo; gol tras mano accidental e inmediata de un compañero; y cuando el gol es tras una mano accidental no inmediata, porque se ha producido una conducción de balón larga, un regate a un adversario.