No fue una oda al fútbol, pero pocos partidos están tan cargados de emoción. Perú llegaba a Nueva Zelanda con la intención de dominar y golear, pero pudo irse a casa con una derrota que no hubiera sido para nada injusta. Salvó el tipo la selección sudamericana, que tendrá que bajar de las nubes para echarse al barro y vencer a los oceánicos en la vuelta.
Y eso que salió como un tiro Perú al encuentro. Cumpliendo el guion previsto, los de Gareca encerraron a Nueva Zelanda haciéndose con el dominio del choque. Y a los seis minutos de partido tuvo una de las más claras: Farfán provocó un malentendido entre Marinovic y su defensa y el portero tuvo que salvar el tanto peruano en la misma línea con una gran estirada.
A partir de ahí, Perú fue desapareciendo como un azucarillo. Ocasiones contadas con escaso peligro. El despliegue físico de Nueva Zelanda fue suficiente para mantener a ralla a una selección que no sabía por dónde penetrar en la telaraña defensiva planteada por Hudson.
Nueva Zelanda también apareció en ataque. Barbarouses la tuvo en sus botas tras un gran pase en profundidad que recibió dentro del área. Pero su remate defectuoso terminó saliendo por la banda para alivió de los muchos aficionados peruanos presentes en el estadio.
El descansó llegó por suerte para Gareca. Tuvo que dar muchas instrucciones en el vestuario, pero pocas de ellas se vieron reflejadas sobre el terreno de juego. Los 'All Whites' se hicieron dueños de la posesión, aunque apenas crearon peligro en los primeros minutos.
Un cabezazo de Corzo fue prácticamente la única ocasión de Perú en toda la segunda mitad. Marinovic sacó una gran mano para evitar que el saque de esquina acabará en el fondo de las mallas tras el remate del lateral.
Y es que la última media hora de partido fue local. Encerraron a Perú y rozaron la gesta. Un disparo de Thomas dentro del área pequeña contuvo el aliento a todos los presentes en el Westpack Stadium. Se fue rozando la madera de la portería de Gallese, que no respiró hasta ver que la pelota se estrellaba contra la valla publicitaria.
Le faltó gasolina y fútbol a Nueva Zelanda para completar la gesta ante una Perú que salió temblando y dando gracias al colegiado por señalar el final de encuentro. La realidad le puso en su sitio y ya sabe que tendrá que sufrir en Lima para poder volver a un Mundial.