"Nunca sabremos si la 'Gravesinha' fue o no a propósito"

"Cuando hablas con gente en Dinamarca, te dicen que Gravesen es como un unicornio. Como una figura mitológica. Es difícil saber qué es verdad y qué no", antecede el biógrafo de "Perro loco Gravesen. El último rebelde del fútbol moderno".
Sweeney reveló cuánto hay de verdad en muchas de las anécotas del danés. Como por ejemplo, su relación con una actriz porno. "Cuando estaba en Madrid sí empezó a salir con Kira Eggers", confirmó.
También que fue el autor de la rotura de un diente de Ronaldo, aunque quiso dejar claro que por una broma que se fue un poco de las manos, nunca mejor dicho.
“Es cierto, pero no fue en una pelea, sino jugando. Thomas solía jugar así, levantaba a un compañero como si fuera lucha libre. Es muy muy fuerte. Y se lo hizo a Ronaldo, que intentó librarse, pero acabó en el suelo. Y en la caída se rompió el diente. Fue un accidente", aseveró.
Lo que no dudó en reconocer fue la famosa pelea con Robinho en un entrenamiento que supuso el principio del fin de Gravesen en el Madrid.
"No es que hubiera un conflicto previo. Fue un 'tackle', y Thomas tiene mucho temperamento, además de que estaba frustrado en Madrid con Capello, había mucha tensión. Estuvo mal, aunque Robinho tampoco estuvo bien. Fue lo que le costó su carrera en el Real Madrid, porque se fueron de gira por Estados Unidos y Capello no le dejó ir", relató.
¿Juegos de niños?
Pero nada comparable al particular 'juego' que tenía con Wayne Rooney en el Everton: ¡dispararse fuegos artificiales! "Solían hacerlo. Se ponían uno en cada extremo del gimnasio y se los lanzaban para hacer diana. Lo hizo también en otros clubes. En Hamburgo, Gravesen llevó dinamita a un entrenamiento y abrió un gran cráter en el campo de entrenamiento. ¡Dinamita real! Lo llamó sus ‘fuegos artificales especiales", remarcó el autor del libro.
Eso sí, no pudo confirmar la autenticidad de la 'Gravesinha': "Thomas está en perfecta sincronización con el balón cuando hizo la 'Gravesinha'. Nunca sabremos si fue a propósito".
Y, aunque admitió que Gravesen llegó a adquirir un alto nivel adquisitivo, no pudo confirmar la veracidad de si su fortuna se la granjeó en Las Vegas y si la perdió en una partida de póker.