Nuno castiga al Mou más rácano

Se le puso de cara muy pronto el partido a Mou. Quizá demasiado pronto. Cedió la iniciativa a su rival, a quien solo inquietó en contadas ocasiones. Pero en la recta final el dominio del Wolverhampton pasó a ser asedio, y tanto fue el cántaro a la fuente que acabó rompiéndose.
Fue un empate, y casi que Mou debería dar gracias porque no haya sido una derrota. Llegó con más gasolina a la recta final su rival y estuvo a un buen remate de haberle dado un disgusto.
Y eso que el partido difícilmente podría haber empezado peor para los Wolves. Porque cuando no se había llegado ni al minuto de juego ya había encajado el primer gol.
Concedió un córner nada más empezar, y de este llegó el remate desde fuera del área de Ndombélé, y su golazo para adelantar a los 'spurs' en el Molineux Stadium de Wolverhampton.
Eso no cambió los esquemas de Nuno, ni al parecer tampoco los de su compatriota Mou. Con el Tottenham bien plantado atrás, el de Setúbal confió en la salida del balón que le proporcionaba su hoy goleador.
Se apoyó en Ndombélé para nutrir de balones a Kane y Son, pero el duo estelar del norte de Londres apenas tuvo incidencia en el juego hoy. Difícil, cuando la única forma de conectar con el balón es un contragolpe que siempre lanza el mismo.
Se hizo con el dominio del juego el Wolverhampton, pero no encontró la forma de hincarle el diente a su rival. Le faltaba el último pase, el tiro. Echar de menos a Raúl Jiménez es fácil, visto lo visto.
Sin embargo, el partido estuvo lejos de ser un monólogo de los Wolves. El Tottenham tuvo sus momentos. Fueron escasos, puntuales, pero el Mou más rácano y cobarde no apareció hasta bien entrado el segundo periodo.
No se vio flaquear al Tottenham tampoco hasta entonces. Sí, llegaban los Wolves, pero Lloris seguía sin tener que intervenir. Y así fueron pasando los minutos, llegó el descanso y se cambió de campo.
Nada cambió, hasta que empezó a hacerlo. Poco a poco los 'lobos' de Nuno empezaron a actuar como una manada de 'canis lupus' real. Vieron quién era el más débil y a por él fueron.
El señalado fue Winks. Intentaban los Wolves que su juego pasase por su zona, lo que instantáneamente generaba espacios. Pero el repliegue del rival fue digno de elogio. Cada vez que aparecía un hueco, también lo hacía alguien de verde para taparlo.
Parecía que le había ganado la partida Mou a Nuno, pero no fue así. Y como a balón parado (aunque en segunda jugada) se adelantó, a balón parado se le escapó la victoria al Tottenham.
En un córner, el enésimo que el Wolverhampton botaba, Neto conectó con la cabeza de Saïss y el zaguero hizo justicia al chaparrón de fútbol que había sido la segunda parte.
Y casi como ocurriera dos semanas atrás, ante el Chelsea, los Wolves estuvieron a punto de llevarse el partido en el añadido. No ocurrió porque Fábio Silva no tuvo la fe suficiente para creer en que el balón podía llegarle. Se comió el centro de Neto el zaguero Eric Dier, y Fábio metió el pie sin convencimiento. Lloris evitó el desastre.
Justo reparto de puntos, por tanto, en el Molineux Stadium de Wolverhampton. Lección de persistencia y de resistencia, pese a todo. Punto para 'wolves' y 'spurs' que de poco sirve a ambos, pero menos es nada, recuerden.