La final de la Supercopa fue de alto voltaje y llegó a la prórroga, donde las pulsaciones de los jugadores se multiplican. Entre tantas jugadas polémicas, apareció el guardameta rojiblanco para detener una doble ocasión de los 'merengues' que podría haber servido para ponerles por delante.
La clave de estas estuvo en la colocación del guardameta. Estuvo en el momento preciso y en el sitio preciso para que los balones no entraran. Primero, puso las manos duras a un tiro centrado y, luego, puso las palmas hacia abajo para detener un segundo chut que se le iba a colar entre las piernas.
Se trata de otra acción más de uno de los mejores porteros del mundo. Gracias a él, los suyos pudieron seguir vivos en la pelea por el campeonato y, de hecho, la tuvieron para llevarse la victoria, pero, cuando Morata se dirigía solo hacia Courtois, Valverde le propinó un par de patadas por detrás.
Se espera que esta jugada no haga sino confirmar la presencia de Oblak constantemente bajo los tres palos del Wanda Metropolitano. Se puede comprobar cómo no le afecta la presión en las citas más importantes del plantel: sigue parando y sigue siendo un muro para los 'colchoneros'.
12 de enero de 2020