Athletic y Atlético hicieron honor a uno de los partidos clásicos de nuestra liga con un choque disputado de poder a poder en el que los rojiblancos acabarían llevándose el gato al agua. 'Leones' y 'colchoneros' se anularon en una encorsetada primera mitad y se dejaron la piel tras el descanso, demostrando mucha más efectividad un Atlético que contó con la calidad individual de un gran Griezmann.
Prácticamente igualados en la tabla, los de Simeone presentaron un excesivo respeto al Athletic en el primer acto. El miedo a perder imperaba en San Mamés y el Atlético seguía adoleciendo de los mismos problemas evidenciados ante el Málaga en el estreno del Metropolitano.
Fue una incomprensible pérdida de Núñez la que agitó el partido. Gaitán le robó la cartera y la cruzó ante Kepa, pero el argentino no es el jugador inspirado del Benfica y una vez más se quedaba sin gritar gol al toparse con el palo de la portería bilbaína.
Casi sin tiempo para reponerse del tremendo fallo del zaguero de los 'leones', el partido vivió una nueva sacudida. Raúl García robó un balón sobre la misma línea del área del Athletic y cayó ante la entrada de un Filipe Luis que tocaba el balón. Penalti y quejas en los 'colchoneros', que consideraban que el brasileño había llegado antes y el contacto no era merecedor de pena máxima.
San Oblak... y San Griezmann.
Oblak, una vez más, salvó a los suyos. El esloveno le adivinó el lugar del disparo a Aduriz y dejó al Athletic sin el premio de un 1-0 que hubiera sido excesivo, si bien también lo hubiera sido cualquier otro resultado que no fuera el 0-0 tras finalizar los primeros 45 minutos.
La segunda mitad sí que dejó ver a un Atlético con más brío y a un Griezmann mucho más liberado e imaginativo. El mediapunta galo rápido se inventó el primero para los suyos. Filtró un pase entre líneas espectacular a Koke y el centrocampista le regaló el 0-1 a Correa... otra vez Correa.
El Athletic, que esperaba que el balón saliera fuera para hacer un doble cambio, tuvo que cambiar el planteamiento e ir irremediablemente a por el partido. Los 'leones' se rompieron, dando aún más opciones de sentenciar a un Atlético que avisó de lo que estaba por venir con un tanto mal anulado a Griezmann y con una acción en la que el ex de la Real se durmió en el área tras pedir penalti.
No llegó entonces, pero sí que acabó cayendo el 0-2 en otro pase magistral de Griezmann que no desaprovechó Carrasco ante Kepa. El partido se le ponía para un imposible al Athletic, con apenas 20 minutos por jugar y dos tantos que remontar.
Nunca llegó el empate, pero sí lo hizo un tanto de los bilbaínos que puso algo de emoción ya en el descuento. Insuficiente, en cualquier caso, para frenar a un Atlético cada vez más compenetrado y que ya olvida sus dos pinchazos en las primeras cuatro jornadas.