El meta dio el susto en la segunda mitad. En el momento del gol de Monreal, se llevó un pelotazo en la cara.
Oblak se quedó noqueado. Los compañeros se asustaron, pero Oblak estaba bien.
Entraron las asistencias y los médicos decidieron quitarle por precaución. Oblak quería seguir, pero le hicieron entrar en razón. El Reale Arena despidió a Oblak con una ovación tras el golpe.
Después del partido, el esloveno quiso agradecer el apoyo que recibió. "Las cosas no salieron como queríamos. Yo estoy bien, solo fue un susto. Gracias por todos los mensajes", publicó Oblak en su Instagram.