El noruego quería irse al Liverpool, el Madrid quería mandarle a Alemania, y Zidane sugirió que la Ligue 1 estaba bien. El club tomó en consideración el consejo de su entrenador y parece haber llegado a un acuerdo con el Rennes para ceder al jugador.
El mayor problema que se ha encontrado el Madrid con la cesión de Odegaard es su alta ficha, estratosférica para un jugador tan joven. Parece improbable que el Rennes asuma de manera íntegra la ficha del noruego, que asciende a un 1,2 millones de euros al año.
Lo más seguro es que se haya llegado a algún tipo de acuerdo entre los clubes para compartir gastos a cambio de garantizar minutos al futbolista.