El club catalán ha justificado la destitución de Quique y Lardín con el pobre rendimiento del primer equipo en las últimas jornadas, en un intento de relanzar el ánimo hasta el final de la campaña y preparar el próximo curso.
Aunque la parroquia 'perica' ya había manifestado su desencuentro con el técnico madrileño, la directiva del Espanyol aguantó hasta este viernes para cesarle junto al director deportivo, cediéndole el mando de la primera plantilla al preparador del B David Gallego.
Desde la entidad catalana han querido agradecer la dedicación y trabajo de Quique Sánchez Flores durante las dos temporadas en el club, subrayando su gran labor en el liderazgo del proyecto 'perico', así como le desea un gran futuro profesional.
Asimismo, el Espanyol ha querido hacer extensible su agradecimiento a Jordi Lardín al frente de la dirección deportiva, donde le relevará temporalmente Óscar Perarnau, actual director general deportivo, hasta el nombramiento de un sucesro en el cargo.
Desde que venciera 2-1 a la Real Sociedad el pasado 11 de marzo, el Espanyol sólo ha sumado un punto de los últimos 15 disputados. Empató a cero con el Alavés, tras el 3-0 que le endosó el Betis, para luego caer por la mínima ante Valencia, Getafe y Eibar.
Aunque sería prácticamente imposible, las matemáticas todavía no certifican la pernanencia de un conjunto 'perico' fraguado para competir por jugar en Europa en el futuro. El próximo domingo, el Espanyol visita Montilivi, donde una nueva derrota podría despertar algunos fantasmas de Segunda División.
20 de abril de 2018