La imagen del fútbol en Francia quedó ensuciada en la última jornada de Liga, en la que el Niza y el Marsella se vieron las caras. El encuentro fue suspendido por la entrada de hinchas al terreno de juego para pelearse con los jugadores.
Como era de esperar, lo ocurrido tuvo su repercusión mediática y hasta se convirtió en un asunto de Estado. El Gobierno pidió sanciones, las cuales se dieron a conocer este miércoles.
La Ligue 1 emitió un comunicado en el que aseguró que el próximo compromiso liguero del Niza en casa, ante el Burdeos este sábado, deberá ser a puerta cerrada. Nadie podrá sentarse en los asientos.
Junto al mencionado castigo, también se conoció que Pablo Fernández, preparador físico del Marsella, quedó suspendido de sus funciones después de pegar a un hincha.
El 8 de septiembre, la Comisión Disciplinaria de la Ligue 1 dictaminará las decisiones definitivas sobre lo ocurrido en el choque entre el Niza y el Marsella.