Guardiola ya tiene en Mánchester a uno de sus principales deseos para la nueva temporada que está por empezar. Se trata de Jack Grealish, reciente subcampeón de Europa con Inglaterra y uno de los nombres más sonados en la Premier League durante sus últimas ediciones. El atacante nacido en Birmingham cambia de equipo tras dejar una huella imborrable en el Aston Villa.
La operación, después de un duro tira y afloja entre ambos clubes, se cerró en torno a los 120 millones de euros. El Aston Villa, de hecho, hizo lo máximo por retener a su jugador emblema, al capitán de su plantilla y a un canterano ejemplar desde las categorías inferiores hasta la élite del fútbol inglés. A sus 25 años, Grealish afronta el salto de nivel que tanto estaba mereciendo en el campo.
Ante el gran interés de los 'citizen', Grealish llegó a rechazar unos once millones de euros que le ofrecían los 'villanos' para seguir jugando en el Villa Park. La llamada de Guardiola fue clave para que forzara a su club a venderle y, a partir de ahí, el City hizo 'all in' para evitar que el Chelsea, el United u otros equipos interesados en él se entrometieran en las negociaciones.
Desde 2014, con 18 años, dando guerra entre los mayores
Grealish se estrenó en 2014 con el primer equipo del Aston Villa, con tan solo 18 años. Antes fue escalando niveles, e incluso llegó a irse cedido al Notts County para buscar más protagonismo que, por su edad, no podía encontrar en casa. Desde su mayoría de edad, los que más le conocían sabían que iba a llegar a lo más alto. Pero desde aquel año ha pasado por alegrías... y también algunos sinsabores.
En la temporada 2015-16, el Aston Villa quedó colista de la Premier League, lo que dio comienzo a un desierto de tres años para los 'villanos' luchando por regresar a la competición que le pertenece por historia. Tras dos campañas complicadas en el Championship, en mayo de 2019, ya con Grealish como referente, el equipo inglés venció al Derby County de Frank Lampard en el partido final por el ascenso en Wembley.
Aquel encuentro sirvió a Grealish para darse a conocer un poco más de forma mediática, ya que protagonizó una de las anécdotas de dicho ascenso al jugar con unas botas totalmente destrozadas. Y lo hizo porque estaba convencido de que eran sus botas de la suerte. "Volví de una lesión y estas botas estaban nuevas a estrenar. Marqué un par de goles y un par de asistencias, y como se convirtieron en mis botas de la suerte, tuve que quedármelas", dijo tras ese partido.
Un debut en la Premier League premonitorio
Su estreno en la máxima categoría inglesa se produjo en 2014, el 7 de mayo de aquel año, en un partido complicado para cualquier debutante, una derrota por 4-0 que, posteriormente, se ha convertido en una premonición de su futuro, pues el rival fue el Manchester City. Grealish solo participó en ese encuentro de la temporada 2013-14.
Tras el ascenso de 2019, y hasta el último partido del curso pasado, Grealish ha acumulado un total de 96 partidos disputados en la Premier League, con un bagaje de 15 goles, 18 asistencias, 14 tarjetas amarillas y ni una roja, aunque lo más importante es que ha conseguido ser clave en el asentamiento del equipo de su vida en la élite, al quedar en undécima posición y salvar la categoría.
Ese buen rendimiento le valió para ir convocado con la Selección de Inglaterra a la Eurocopa, donde quedó subcampeón tras perder en la final de Wembley ante Italia, y alcanzar los 12 partidos como internacional en la Absoluta. Ahora, Grealish llega al Manchester City para comenzar una nueva etapa de su carrera profesional, mucho más ambiciosa, con la mirada puesta en todos los títulos.