Hay penaltis difíciles de justificar, y penaltis que no se pitan que no tienen explicación. El de Ogbonna sobre Agüero fue de estos últimos, porque no fue un agarrón, fueron dos, uno de ellos allá donde al Kun no le da el sol (imaginamos).
Recibió Agüero en el área, se dio la vuelta y dejó tirado a su marcador, un Ogbonna que no se dio por vencido, y se jugó el penalti agarrando al delantero rival.
Asió al argentino por la camiseta, para luego echar mano a lo que él pensaba que era la cintura, mientras se caía. No, no era la cintura de Agüero, era su entrepierna.
February 19, 2020
Sometió Ogbonna a Agüero a un cacheo a conciencia, algo que indignó al argentino, pero no por haber sido manoseado, sino porque el colegiado de la contienda no señaló penalti.
Pero como hay VAR, el City lo dejó estar. Ya se pararía el juego por lo que fuera y se haría justicia. Vanas esperanzas, porque casi dos minutos después, cuando el West Ham forzó un córner, el partido continuó. El VAR pasó por alto la acción, para indignación 'skyblue'.