Leo Messi salió por sorpresa al paso de las noticias sobre que la plantilla no estaba por la labor de bajarse el sueldo en la crisis por el coronavirus. La contundencia de sus palabras llevó un mensaje directo a Josep Maria Bartomeu y cía. Y ello se une a la dura réplica que hizo a Éric Abidal hace menos de dos meses. Algo ha cambiado. Y deja claro que al argentino hay cosas de la directiva que no le están gustando.
Históricamente, la estrella azulgrana ha sido un hombre retirado de los micrófonos. A veces por protección, otra por inaccesible. Esa realidad cambió desde que heredó la capitanía de Iniesta. Se mostró más cercano, más portavoz. Pero si a principios de febrero le afeó al Abidal su entrevista hablando de interioridades, esta vez no calló ante Bartomeu.
Como jefe del vestuario, Messi señaló que el plantel sí que estaba a favor de la reducción salarial propuesta en el ERTE; incluso añadió que iban a hacer aportaciones particulares extraordinarias. Junto a ese mensaje, dejó claro el palo a los dirigentes.
"No deja de sorprendernos que, desde dentro del club, hubiera quien tratara de ponernos bajo la lupa e intentara sumarnos presión para hacer algo que nosotros siempre tuvimos claro que haría”, escribió en su comunicado Messi.
No es el único que ha llevado a la escena pública los desencuentros con Bartomeu y cía, Piqué y otros ya habían protagonizado varios recientemente. Sin embargo, que lo haga el jugador que sostiene el gran proyecto azulgrana es un caso excepcional.
El Barça está obligado a mantener el equilibrio y la paz social con su futbolista franquicia, más aún cuando tiene la potestad de romper unilateralmente su contrato y sin contraprestación alguna al término de cada temporada. Y ya son dos enfados importantes en febrero y marzo.
Por si fuera poco, ahí queda la presunta campaña del club encargada a I3 Ventures para desprestigiar, entre otros, a su propia plantilla.
En sus últimas entrevistas, el internacional argentino ha dejado muy claro que se encuentra muy feliz en el Barça y que quiere acabar aquí su carrera, pero algunos reveses deportivos y estas tensiones institucionales siempre dejan un poso de incertidumbre en el aficionado. Además, en la historia de la entidad no han sido pocos ‘cracks’ los que se han marchado el plantel por desencuentros con los dirigentes.