Okafor manda al Sevilla a la Europa League

El Sevilla cae, una vez más, a la Europa League. La andanza de los de Julen Lopetegui para pasar a octavos de final de la Champions murió en Salzburgo tras una contienda que supone muy mal sabor de boca para los hispalenses. No solo por caer, que también, sino por haberlo hecho con la sensación de que el resultado podría haber sido muy distinto.

La clave estuvo en la primera mitad. Los españoles fueron ciertamente superiores a los austriacos. Sin un dominio tirano del partido, pero sí bien trabajado, el grupo se mostraba compacto en defensa y frustraba prácticamente todas las llegadas de peligro locales. Entretanto, en el plano ofensivo, el balón parado aglutinaba protagonismo gracias a las incorporaciones arriba de aviones como Koundé o Fernando.

Radicó en la testa de Munir, eso sí, la mejor ocasión de la que dispusieron los suyos para vencer. La segunda parte acababa de arrancar cuando Rakitic prolongó un centro de Montiel y lo dirigió directo a la cabeza del marroquí, que, en boca de gol, no calculó bien la potencia de su remate y lo estampó con el larguero.

La falta de efectividad que personificó el delantero en esta jugada se erigió en el principal óbice de que el Sevilla pugnara por la victoria o, al menos, el empate. También tuvo mucho que ver con ello que el equipo compitiera con uno menos desde el minuto 64, cuando Joan Jordán vio su segunda cartulina amarilla -la primera, por ir demasiado fuerte, a ojos del colegiado, a un contrabalón con Ulmer- tras cortar una contra de Adeyemi con un agarrón.

Para el Salzburgo, cosechar los tres puntos no se presentó como una empresa fácil antes de verse en superioridad numérica. En el once contra diez, sí que se notaron muy cómodos los austriacos, pero, antes, sobre todo en el primer acto, tocó aguantar el gobierno hispalense, ir picando cuando se podía -y no se podía mucho- y esperar a un contexto de partido más prometedor.

La segunda mitad trajo mejores tiempos para los de Matthias Jaissle, mucho mejores. Ya fuera por la charla del entrenador en el vestuario o, simplemente, porque a los suyos se les dio mejor la reanudación, llegó un gol de Okafor que valdría por la victoria en la primera acometida después de aquel testarazo al larguero de Munir.

Sucic, la principal figura ofensiva local en los 45 minutos iniciales, se coló por la banda izquierda, ese carril por el que Augustinsson le había negado la mayor tantas veces y otras tantas Diego Carlos. Encontró al '77', que se desmarcaba a la carrera aprovechando un vacío en el área y le sirvió la bola rasa. Remate de derechas con el interior, picado para tomar altura, y 1-0 al marcador.

Bastó de ahí en adelante, como se ha mencionado previamente, con mantener bajo control a un Sevilla que tiraba más de casta que de posibilidades reales de remontar, pues, ya con uno menos y ante un rival sosegado, lo tenía muy difícil. A los hombres de Julen Lopetegui les toca volver a su competición fetiche, la Europa League. Los de Jaissle, a octavos como segundos clasificados.