El cuarto escalón de pretemporada, ya cerca del inicio liguero, sirvió para ver los primeros detalles interesantes del japonés blanquiazul. Aunque el tanto llevó el sello de Hicham, su acción previa en el área para dejarle solo ante el meta del Melilla fue de lo más destacado de la tarde.
Porque al choque en sí se le puede poner la etiqueta de plomizo, de piernas pesadas. Si los norteafricanos dejaron un duelo vibrante de goles y ocasiones contra el filial (3-3), los mayores no tuvieron la misma suerte.
Otro de los puntos llamativos, más allá del estreno de la nueva tercera equipación, íntegramente rosa, estuvo en algunos de los jóvenes, que siguen poblando el día a día a la espera de fichajes.
Ramón y Cristo se dejaron ver y se mostraron activos ante el conjunto visitante, que sigue mostrando una imagen simplona.
Ontiveros, aún con su futuro en el aire, tuvo minutos, mientras que N'Diaye, ya incorporado al equipo, estuvo presenciando el encuentro desde la grada.