Incluso con un jugador menos, el FC Barcelona fue capaz de ampliar su ventaja y subir el 0-2 al marcador. Lo hizo a través de un chispazo de Lionel Messi, que junto a Ansu Fati y Coutinho habían sacado lo mejor del equipo de Ronald Koeman.
A los seis minutos de la segunda mitad, Messi combinó primero con Busquets y luego con Coutinho para plantarse de cara en la frontal del área. Ahí armó una carrera endiablada para romper a la defensa.
Superó a Renato Tapia y Araujo con dos quiebros para meterse en el área. Se le cruzó por delante Lucas Olaza, que acabaría siendo el otro protagonista de la acción.
Y es que el argentino buscó el pase raso hacia Coutinho, que esperaba en el área pequeña, pero el balón se topó antes con la bota del defensa del Celta y el rechace se acabó colando por el hueco de la portería de un sorprendido Iván Villar.