En una tarde soleada del verano montevideano, sobre el césped del Estadio Campeón del Siglo, diez mujeres vinculadas de diferentes maneras a la entidad 'carbonera' celebraron la primera sesión íntegramente femenina de un Consejo Directivo del balompié local.
En un gesto simbólico del nuevo mandatario aurinegro, Ignacio Ruglio, pero también un primer paso hacia la creación de una Secretaría de Género en el club, al frente de todas ellas actuó como presidenta suplente la licenciada en Nutrición y relacionada con las categorías formativas de Peñarol Patricia López, de solo 33 años.
"Para mí es muy emocionante y un honor que hayan pensado en mí con tantos años de trabajo dentro del club y que me he formado para lograr esto", explicó a 'EFE' López poco antes de la sesión.
En un país en el que dos mujeres, Graciela Castro e Isabel Peña, presidieron en el pasado Cerro y Rampla Juniors, respectivamente, y en el que solo una figura en el Comité Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Andrea Lanfranco, la convocatoria de esta sesión especial pone el foco en un problema generalizado: la ausencia de mujeres en la gestión deportiva.
Entre las integrantes del Consejo Directivo de este jueves dos nombres llaman la atención: Alessandra Mazurkiewicz y Concepción Picarelli.
La primera es la presidenta del fútbol femenino de Peñarol y pasea con orgullo el apellido de su progenitor, Ladislao Mazurkiewicz, quien, entre otros logros, obtuvo la Copa Intercontinental en 1966 frente al Real Madrid y es considerado el mejor portero de la historia de Uruguay.
La segunda, conocida cariñosamente como 'Tita' Picarelli, nació el 2 de julio de 1928 y, con sus 92 años de edad, lleva casi tantos de socia. Era frecuente, antes de la prohibición del acceso del público a las canchas por la pandemia, verla animar a su equipo en la banda e incluso jalear con cánticos o reclamar a los árbitros, por lo que es todo un emblema en Peñarol.
A este momento histórico acudieron como invitadas de excepción dos de las mujeres más relevantes del panorama político de Uruguay: la vicepresidenta del país suramericano, Beatriz Argimón, y la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse.
Argimón, que fue obsequiada con una camiseta con el número 1891, año de fundación del Peñarol, reconoció que este evento "es el inicio de un camino bien interesante" y que "no tiene retorno".
"En el mundo, el fútbol femenino la propia FIFA lo ha estimulado, y no solo con discursos, sino con aportes económicos, para que sea una realidad", indicó a la prensa antes de la sesión.
Por su parte, Cosse, que recibió una camiseta con el 1, consideró este consejo un "gesto simbólico pero también con contenido para adelante", ya que "uno de los dos clubes de fútbol más importantes del Uruguay" incorpora "política de género".
De hecho, entre las promesas de Ruglio para alcanzar la presidencia en diciembre pasado se encuentra "la creación de una Secretaría de Género", explica Patricia López a 'EFE'.
"Queremos lograr la igualdad y la equidad, también dejar en claro que estamos acá no por una cuota femenina sino porque cada una de nosotras hemos estado trabajando durante años en el club", argumenta la presidenta de esta particular sesión, quien aspira a que Peñarol "sea más inclusivo".
Durante el Consejo Directivo se hizo un reconocimiento a Gladys Ruglio, tía del actual presidente de Peñarol, ya que fue "la primera mujer integrante de un Consejo Directivo" y "pionera" al integrarse en "un club tan importante", recuerda López.
La 'presidenta' insistió en que este Consejo Directivo no "va a tomar decisiones para las mujeres, sino para Peñarol".
Solo un hombre pisó esta tarde el césped del Campeón del Siglo. Otra figura emblemática del fútbol uruguayo, Pablo Bengoechea, ahora director deportivo del club aurinegro. Un deportista histórico para una tarde histórica.