Iker Casillas o Hamlet. El guardameta madrileño tiene que tomar una determinación que podría cambiar su vida y su carrera futbolística. Y los vaivenes en su actual club no le ayudan.
Porque se pasó muchos fines de semana sentado en el banquillo, pero en los últimos tiempos ha vuelto a hacerse indiscutible entre los tres palos. Si antes parecía clara su marcha, ahora no lo está tanto.
Es feliz en el club y la afición le adora, pero el Oporto anda algo frenado por sus emolumentos y le propuso continuar a la baja.
Al ex guardameta del Madrid le gustaría probar otra aventura europea que incluyera la lucha por la Champions. Recientemente sonó su nombre para Liverpool y Olympique de Marsella.
En el extremo más arriesgado aparece la opción de probar una nueva liga. En la MSL, los Emiratos Árabes o hasta China no le falta cartel. Allí lo económico primaría sobre lo deportivo.
A falta de que diga su última palabra, en el campo continúa hablando con paradas decisivas como las que hizo ante el Benfica para acercar el título portugués.