Quizás fue la falta de público, la falta de presión ambiental o la preparación mental en el confinamiento, pero el Joao Félix que apareció en El Sadar no se pareció en nada al Joao prepandemia.
El futbolista portugués, que volvía tras superar un esguince de tobillo, se ofreció para crear y se incorporó hasta línea de fondo para marcar. Un jugador por el que sí merece la pena pagar más de 100 millones.
Los dos primeros goles del Atlético de Madrid llevaron su firma. No en vano es su primer doblete en España. Voló sobre El Sadar para firmar su mejor actuación como colchonero y poner en bandeja la victoria.
Si Joao Félix empezó el trabajo, Marcos Llorente lo terminó. El centrocampista es otro desde el partido de Anfield. Allí ganó confianza y se convirtió en un todoterreno capaz de hacer un box to box, llegar al área, marcar y asistir.
Estuvo media hora en el encuentro el ex del Real Madrid, pero fue suficiente para firmar, en solo nueve minutos, un gol y dos asistencias para sellar el 0-5 con el que se llegaría al final.
Dos partes diferenciadas de los dos jugadores que estén en mejor forma del Atlético. Aparecieron como actores secundarios Diego Costa, asistente a Joao Félix, Morata y Carrasco, los últimos goleadores de la noche.
Quien estuvo de cuerpo presente fue Osasuna, que en ningún momento pudo parar el ciclón del Atlético de Madrid. Los de Arrasate se vieron superados, especialmente en la segunda mitad, y prefirieron guardar fuerzas para la próxima jornada.
Recupera el Atlético de Madrid la cuarta plaza en detrimento de la Real Sociedad, que todavía tiene que jugar. Pero el equipo de Simeone demostró que, cuando conjugan las piezas, es el equipo capaz de ganar al mejor de Europa.