Arrancaron con ímpetu los locales, henchidos de confianza tras vencer a Málaga y Extremadura, recibiendo a un Tenerife acomplejado, que sumaba dos encuentros sin conocer la derrota y bordeaba los puestos de descenso.
Sin tiempo que perder, Juan Villar abrió el marcador a los diez minutos. El Tenerife desperdició un mano a mano en los pies de José Naranjo y, a la jugada siguiente, el delantero navarro remató a gol un centro desde la izquierda de Kike Barja.
El tanto no hizo si no hundir aun más al conjunto canario, que no termina de reaccionar de la mano de José Luis Oltra. Antes del descanso, Oier aprovechó un balón rechazado tras el disparo de Kike Barja para fusilar a Dani Hernández.
El paso por vestuarios reafirmó la convicción de los futbolistas 'rojillos' que, aunque no ampliaron la renta, mantuvieron la superioridad hasta el final del partido, sin darle un ápice de ilusión al Tenerife para remontar el encuentro.
Tercera victoria consecutiva de Osasuna, que escala posiciones en la tabla, alimentando la euforia de una parroquia navarra que disfrutó del gran encuentro de sus jugadores en El Sadar.