Osasuna sigue haciendo gala de su dominio en casa. El calor de su afición y la confianza que le da El Sadar ha supuesto que el equipo navarro no haya perdido ni un solo duelo como local en lo que va de Liga.
Este fin de semana jugaba con la misma baza y sacó rédito de ello. En el primer tiempo fue claramente superior, imposibilitando al Mallorca aproximarse al área de Rubén.
Los baleares apenas tuvieron ocasiones de gol en la primera mitad. Todo lo contrario que Osasuna, que no cesó en buscar el tanto durante todo el partido.
Se puso pronto por delante con un gol de Kike Barja. Lo intentó de primeras, despejó Manolo Reina, pero en el rechace terminó remachando a gol el balón suelto muy cerca del cancerbero balear.
Osasuna quiso más e hizo méritos para irse al descanso con una victoria más abultada. Sin embargo, el 1-0 a su favor se prolongaría hasta el minuto 62.
El segundo tiempo estuvo más equilibrado, con un Mallorca que tuvo más ocasiones de gol pero que se encontró con un Osasuna bien plantado defensivamente y que siguió empecinado en poner tierra de por medio.
En el minuto 4 marcó y por encima de la hora de partido dio la asistencia para que Roberto Torres marcara. Kike Barja recorrió la banda con el cuero en sus botas, se aproximó al área rival y centró para que el de Pamplona rematara muy encima ya de Manolo Reina y metiera el balón en el corazón de las redes 'bermellonas'.
En el segundo tiempo, tuvo opciones de marcar el Mallorca, pero terminó a cero la portería de Rubén Martínez, que se sacó un auténtico paradón en la recta final del duelo y despejó con una mano providencial un libre directo botado por Salva Sevilla. Pudo rebasar la línea de cal de no ser por la gran acción del arquero.
Con este resultado, el equipo navarro consigue tres puntos sagrados que lo aúpan al puesto cuarto de la tabla, a cuatro puntos de diferencia del actual líder Málaga. El Mallorca, por su parte, se mantiene octavo.