Buena victoria para Osasuna, que ha empezado con fuerza en esta temporada 2022-23, tras ganar al Sevilla en El Sadar y hacerlo nuevamente en la segunda jornada, frente a un Cádiz que empieza a sentir el peso de sumar cero puntos en su casillero.
Acaba de comenzar el curso, pero lo cierto es que la situación de ambos equipos es tan diferente que el Cádiz tendrá que tomárselo en serio cuanto antes si no quiere que le engulla una mala dinámica. De momento, cero goles a favor y tres en contra.
Para más inri, Ledesma no tuvo su día. Osasuna encontró las cosquillas defensivas de su rival en todo momento, con un ataque que ilusiona a la parroquia rojilla y formado por Chimy, Aimar, Moi Gómez y el bueno de Budimir, que regresó a la titularidad.
La amenaza más seria del Cádiz en el inicio de partido llegó en un remate dentro del área de Diarra, tras una buena acción del Choco Lozano, pero se le marchó alto el disparo. Osasuna, poco a poco, fue tomando el control y los mandos del encuentro.
Tras una media hora igualada, en el 35', Budimir fue objeto de penalti por parte de un Ledesma torpe al salir del área pequeña. El croata fue más listo y rápido en un rechace. El Chimy cogió el balón, lo colocó en el punto de penalti y transformó el 1-0.
Y el Cádiz parecía no despertar. Se quedó siempre a medias entre la reacción en busca del empate y la falta de consistencia en general, tanto en la zaga como en el centro del campo. Eso sí, Lucas Pérez pudo igualar el marcador nada más comenzar la segunda parte.
Arrasate y Sergio introdujeron sus cambios, aunque al segundo no le funcionaron demasiado. De hecho, al sacar todo su arsenal ofensivo, Alarcón vio una segunda amarilla innecesaria que le obligó a abandonar el terreno de juego. Con uno menos desde el 78'.
Pocos minutos antes, Lozano dispuso de un mano a mano en el que se mostró más lento de lo normal y Rubén Peña acabó con el peligro con un corte fundamental. Lo que llegó fue el segundo tanto de Osasuna, en una jugada similar a la del primer gol.
Kike García se deshizo del marcaje de Chust, que estuvo poco contundente. Ni la salida de Ledesma frenó al ariete rojillo. El defensor del Cádiz le derribó y el ex del Eibar marcó el 2-0, que sentenció un encuentro dominado de cabo a rabo por el actual líder de la Liga.