En 1963, el Schalke 04 fue uno de los 16 clubes alemanes elegidos para la creación de la Bundesliga. Hasta entonces, la Oberliga era la máxima categoría, un campeonato que se dividía en 5 regiones del territorio germano y del que salieron los fundadores de esta nueva competición. Ahora, la Oberliga es la 5ª categoría en la pirámide del fútbol en Alemania.
Desde entonces, los de Gelsenkirchen siempre han militado en la élite o en la 2.Bundesliga, división en la que se encuentra actualmente. Con esta, son 7 las campañas (81-82, 83-84, 88-89, 89-90, 90-91, 21-22 y 23-24) en la que no ha estado en el primer escalón, en el que compitió en los otros 54 cursos restantes desde la 1963-64.
Lo más normal es ver al Schalke 04 competir de nuevo en Segunda el año que viene. Sin embargo, el hecho de que aún exista riesgo de descenso directo (algo prácticamente imposible) o 'play out' a falta de 3 jornadas para un club de su talla y que, además, es un recién descendido ya es demasiado preocupante. Y más lo será si el Osnabrück, último, vence el martes y se aferra a la permanencia.
En este escenario, el equipo del Veltins Arena se quedaría con 37 puntos, 5 más que el Wehen Wiesbaden, antepenúltimo y club que, de acabar en esa posición, tendría que jugarse su continuidad en la categoría en una promoción contra el 3º de la 3.Liga (ahora mismo lo es el Jahn Regensburg).
Con 2 jornadas por delante, una victoria este martes le daría al Schalke 04 la permanencia, mientras que el empate le impediría descender directamente de forma matemática, aunque no alejaría por completo el fantasma del 'play out'. Los de Gelsenkirchen, que jugarán en el estadio de St.Pauli por problemas en el Bremer Brücke de Osnabrück, cerrarán el curso midiéndose al Hansa Rostock en casa en la penútlima fecha y al Greuther Fürth en la última. De perder el martes y frente al actual penúltimo el fin de semana, podrían llegar a la última jornada con solo 2 puntos más que la zona de 'play out'.