Durante la primera parte de la temporada, Ousmane Dembélé fue, junto a Leo Messi, el gran referente ofensivo del Barcelona. Y eso que no lo tuvo fácil.
Las polémicas alrededor de su vida privada pesaban en su día a día, pero una vez superados estos problemas 'Dembouz' comenzó a brillar y a demostrar las razones que llevaron al Barça a apostar por él.
Su velocidad, desborde y talentol levaron en volandas al equipo de Ernesto Valverde durante algunos tramos de la temporada. Su progresión parecía ir viento en popa.
Pero desde hace unos meses a Dembélé le ha surgido un nuevo enemigo que está siendo un compañero de viaje demasiado habitual en este tramo de curso: las lesiones.
El joven talento francés, en su mejor momento y mientras encaraba con el equipo la parte decisiva de la campaña, cayó lesionado en el partido de Liga ante el Rayo.
Unas molestias en los isquiotibiales ponían en duda su presencia en la vuelta de octavos de final de la Champions ante el Olympique de Lyon. Finalmente, el galo tuvo unos minutos, pero ante el equipo francés acabó rompiéndose.
Desde entonces, esa lesión ha lastrado la progresión y el rendimiento de un futbolista que este sábado volvió a sufrir un nuevo percance.
En el inicio del duelo ante el Celta. Dembélé notó un problema y no pudo continuar en un duelo recién empezado, teniendo que ser sustituido.
Las primeras exploraciones del club apuntaban a una rotuta muscular que podría dejarle fuera para los vitales compromisos de Champions y Copa del Rey.
Este domingo se sabrá el alcance exacto de los problemas de Dembélé pero, de confirmarse lo peor, sería una baja más que sensible en la cruzada azulgrana por el triplete.