Francia tiene un problema con sus ultras. Después de confirmarse oficialmente que el Olympique de Lyon ha prohibido a sus fieles desplazarse a ver los partidos del equipo como visitante porque protagonizan peleas prácticamente cada vez que viajan, hubo que detener un duelo de la Copa de Francia por actos similares a los que los 'phocéens' tienden a llevar a cabo.
A falta de algo más de diez minutos para el final y, probablemente, por el enfado que comportaba ir perdiendo por 0-4. los hinchas del Chemin Bas d'Avignon, conjunto que se veía las caras con el Clermont, los aficionados arrojaron objetos al campo. Entre ellos, se llegó a vislubrar que había bengalas. La policía tuvo que actuar.
De hecho, cuatro o cinco hinchas irrumpieron en el verde, lo que motivó que las autoridades les aprehendieran y emplazaran a abandonar el recinto deportivo. Es mientras esto sucedía cuando el árbitro tenía detenido su cronómetro, aunque, una vez superada la crisis, permitió que los jugadores reanudaran su enfrentamiento.
No se dieron mayores consecuencias al final más allá de una demostración más de que Francia tiene un problema con los altercados de sus aficionados más radicales. En su peor versión, esto radicó en un botellazo a Payet en el partido de Ligue 1 entre el Olympique de Lyon y el Olympique de Marsella.