A pesar de ser uno de los señalados tras la debacle del Barcelona ante el Bayern de Múnich, Sergio Busquets se ganó el perdón tras una charla en la que se comprometió a aceptar un rol menos preponderante en el equipo.
Sin embargo, llegó la llamada de Luis Enrique y los problemas para el mediocentro han vuelto. Ante Alemania, Sergio fue elegido por el asturiano para ocupar el puesto de pivote y volvieron a vérsele las costuras.
Estuvo atropellado físicamente por las bestias alemanas y solo su gran rigor táctico le permitió sacar la cabeza en contadas ocasiones.
Es indudable que España mejoró con la entrada de un Mikel Merino con mucho mejor fondo físico, que supo contener a la Selección Alemana y aportó en los mejores minutos de 'la Roja'.
Luis Enrique le defendió tras el choque como ya hicieron en Barcelona hombres como Valverde o Setién. Sin embargo, el propio Busquets sabe que tendrá que cambiar mucho para no ir perdiendo el sitio ante el empuje de las nuevas generaciones, que llegan dando fuerte tanto en España como en el Barcelona...