Aunque el surrealismo no cesa, el Manchester United siguió sin perder y sumó un nuevo triunfo en la Premier League. Desde la derrota ante el West Ham, los 'red devils' no han vuelto a caer y asoman de nuevo la cabeza a la zona alta de la tabla.
Y no fue porque el Bournemouth no apretara. Los 'cherries', siempre pujantes en casa, se adelantaron pronto, con un tanto del que nunca falla, Callum Wilson.
Como ante el Newcastle o Chelsea, a Mou y los suyos les tocó reaccionar. Todavía antes del descanso, un sospechoso habitual en la reacción del United, Anthony Martial, puso el empate. Y lo hizo a pase de Alexis Sánchez, que volvía al equipo por la misteriosa lesión de Lukaku.
La segunda mitad, el equipo del entrenador portugués lo intentó todo para hacer el 1-2. Young se encontró con el palo y Rashford falló inexplicablemente.
Sin embargo, el joven delantero sacaría la cara por los 'red devils' en el 92', al controlar con polémica un esférico en el corazón del área pequeña -¿se ayudó del brazo?- para fusilar a Begovic.
Tres puntos más y la certeza de que el United de Mou tiene más vidas que un gato.