El delantero francés siempre casó bien con Cristiano Ronaldo. No fueron pocas las ocasiones en las que el portugués reconoció abiertamente el gran beneficio que le producía Benzema como acompañante. Y, tras la salida de éste, Karim parecía estar ante la ocasión perfecta de dar un paso adelante.
Los goles nunca fueron una 'obligación' del '9'. Los 40-50 que promediaba CR7 por año, en parte, le liberaban de una tarea (aunque no del sambenito de tener poco olfato) que era sustituida por otras. Crear espacios, dar asistencias, jugar de espaldas, combinar entre líneas o caer a banda eran labores más habituales del galo.
Sin embargo, y con la placa de goleador del equipo aún sin atornillar, Benzema presentó muy pronto sus credenciales. Sobre todo, mejorando sobremanera sus prestaciones en el área. Ya en pretemporada logró dos goles, ante United y Roma, en cuatro partidos en EEUU y empezó 'mojando' en su primer partido oficial (Supercopa). Y todo esto tras abrir el marcador en una final de la Champions, su último encuentro del curso pasado. Una racha de las que ayudan a la moral y confianza del jugador.
Tras no marcar en el debut liguero ante el Getafe, Benzema firmó dos dobletes consecutivos en sendas goleadas a Girona (1-4) y Leganés (4-1). Cinco dianas en cuatro partidos oficiales. El vagón ya había coronado una rampa de la montaña rusa. Pero, ya se sabe, las rectas no abundan en estas atracciones.
Jugó todos los minutos de los cuatro primeros partidos de la Liga, pero ya en el último se fue sin celebrar. El Madrid empató en Bilbao, comenzando el ciclo opuesto al anterior: cuatro encuentros sin ver puerta. Y los tres últimos, siendo sustituido sobre el minuto 60.
La llegada de Mariano y le bajón en su rendimiento goleador le pueden hacer perder comba. Pero si hay algún escenario ideal para volver a poner en marcha el vagón, ese es un Bernabéu a reventar, con la necesidad de una buena alegría tras la derrota en Sevilla y, para más inri, en un derbi madrileño.
Julen Lopetegui siempre le demostró su confianza. Tanto que el francés llegó a ser considerado el 'intocable' del entrenador. Este cartel sólo cambió con el final de su racha y, especialmente, la llegada de una competencia más exigente que, además, fue solicitada expresamente por el técnico blanco. Pero el bueno de Karim aún tiene opciones de volver a cambiar su suerte...