La fortaleza de Draxler, la agilidad de Cavani, el descaro de Di María, la calidad de Mbappé, la locura de Neymar, la vitalidad de Lucas Moura y la intensidad de Pastore. Con todo esto cuenta Emery esta temporada.
Además, tenemos que añadir a un Ben Arfa obligado a jugar con el filial, pero con el que podría contar en cualquier momento. Pese a que el vasco aseguró en rueda de prensa que jugarían todos compartiendo minutos y oportunidades, se antoja más que complicado que pueda llegar a ser así.
Los roces por falta de minutos no tardarán en surgir, no hay duda, ya que la presencia de la pareja de estrellas Neymar-Mbappé parece más que fija en el once titular. Ambos jugarán juntos hoy ante el Metz, en uno de los días más esperados en la historia del fútbol mundial.
Emery se enfrenta a un gran "problema", bendito problema que todos quisieran tener. El vasco deberá poner orden y equilibrar los minutos de sus estrellas para que todos se mantengan motivados aportando lo mejor de cada uno.
La posibilidad ofensiva que el PSG presenta este año es tan sólo un aviso de lo que viene, de los goles que se verán y de los títulos que levantarán. Y esto no ha hecho más que empezar.