Pablo Guiñazú o cómo seguir siendo un héroe con 39 años

Pablo Horacio Guiñazú, nacido un 26 de agosto de 1978, en General Cabrera (Córdoba) es un jugador que despierta ilusiones y contagia su pasión y profesionalismo. A sus 39 años, transita por su vigésima tercera temporada como jugador profesional, desplegando su talento a la vez que su excelente condición física y calidad humana.

Debutó en la Primera División en la Liga de Fútbol de Río Cuarto a sus 16 años, formando parte del plantel de Acción Juvenil Tiro y Gimnasia, club humilde de esa localidad. Inmediatamente, selló su pase a Newell’s Old Boys de Rosario, y tras cuatro años fructíferos en dicho club, confirmó su traspaso al Perugia de Italia.

Después de una pequeña etapa por Europa, retornó a Independiente de Avellaneda, donde destacó dos años antes de volver a 'su' Newell’s. A partir de 2004, comenzó un verdadero periplo internacional, llegando a jugar en FC Saturn (Rusia), Libertad (Paraguay), Internacional (Brasil), y Vasco da Gama (Brasil), hasta enero de 2016, que recaló en el Club Atlético Talleres de Córdoba, en ese entonces en la Primera B Nacional.

Talleres, el club de sus amores, le dio la posibilidad de desplegar su fútbol en el final de su carrera, ocasión que el ‘Cholo’ aprovechó desarrollando su máximo potencial futbolístico y generando un vínculo sin igual con su hinchada. En Córdoba, volvió a su plenitud física y deportiva, aportando de gran manera al ascenso a Primera División, convirtiendo un gol agónico que nunca se borrará de la memoria de los aficionados ‘albiazules’.

En el año 2016, el Club Boca Juniors quiso contratarlo, pero Guiñazú, firme en su decisión, rechazó la sugerente oferta, indicando al diario 'Mundo D': “Venir a Córdoba fue la mejor decisión que tomé en mi carrera".

Actualmente es uno de los jugadores más veteranos del fútbol argentino, ocupando el tercer lugar por detrás de los arqueros Cristian Lucchetti (Atlético Tucumán) y Sebastián Bértoli (Patronato). Además, integra la nómina de jugadores con más recuperaciones de balón y de efectividad de pases, evidenciando esto el gran momento que atraviesa.

Con su equipo consolidado en la máxima categoría nacional y luchando por el ingreso a Copa Libertadores (se encuentra en la 3º posición), Guiñazú atraviesa un momento soñado. Su objetivo era ascender y retirarse, pero dado su excelente desempeño, el proyecto institucional y el cariño de la gente, el jugador decidió continuar su carrera unos años más. El hincha cordobés no quiere dejarlo ir, y el jugador sostiene la misma idea.