Harry Redknapp es un entrenador muy peculiar que ha dejado multitud de situaciones curiosas en su paso por los banquillos. Por ejemplo, cuando hizo debutar a un aficionado en un amistoso de pretemporada entre los 'hammers' y el Oxford City.
Año y medio después, el controvertido técnico inglés seguía dirigiendo al West Ham, al que llegó cedido del Sporting de Lisboa Daniel da Cruz Carvalho, un talentoso y prometedor jugador de 19 años, pero que al que le gustaba demasiado la noche portuguesa.
La idea era que en el fútbol inglés, el chico sentara un poco la cabeza. Uno puede pensar que cuando a Redknapp le preguntaron por el fichaje, dijo frases típicas como "Estamos muy contentos con su llegada" o "Esperemos que nos ayude para hacer una buena temporada".
Pero si hubiera dicho eso, no habría sido Harry, que se destapó con la siguiente declaración: "Dani is so good-looking I don’t know whether to play him or f**k him". Declaraciones para las que no hace falta un alto nivel de inglés para saber exactamente cuál es su significado. Es lo que se imaginan.
A pesar de que empezó con buen pie en Inglaterra, logró marcar el gol que le daba al West Ham la victoria en el derbi londinense ante el Tottenham, sus excesos fuera de los terrenos de juego lo condenaron. Tanto, que Harry Redknapp decidió salir en busca del jugador una noche y lo encontró en una de las discotecas de moda de la capital británica.
Ya lo había avisado un periodista inglés tras su llegada a los 'hammers': "Padres, encierren a sus hijas, llegó Dani". Tras su paso por Londres, estuvo en el Ajax, en el Benfica y en el Atlético de Madrid, en el que se retiró en 2003 con 27 años, dejando el regusto amargo del que pudo ser, y no quiso, uno de los mejores jugadores portugueses de la historia.