La anécdota del fin de semana ya está aquí. En Inglaterra se vive el fútbol de una manera muy especial y se ha demostrado. Un aficionado del Birmingham tendrá que tatuarse la cara de su entrenador en el cu**.
Garry Monk consiguió salvar al equipo del infierno de la League One, después de vencer por 3-1 en la última jornada, y a Kevin Tomlinson no le queda otra que cumplir una promesa que hizo días antes.
"Prometí que me tatuaría la cara de Garry Monk en el cu** si ganaban al Fulham y aquí estoy. Veremos qué acontece. Si puedo conseguir lo suficiente para el tatuaje, lo restante irá para la campaña 'Justicia para los 21", escribió el aficionado en Twitter.
Pero esto no termina aquí. Monk le contestó y le pagó el tatuaje: "He pagado por ello. Pero sólo con una condición. Todos los aficionados del Birmingham queremos ver la prueba".
7 de mayo de 2018