Siguen los incidentes en los campos del fútbol neerlandés. El sábado, el Groningen-NEC Nijmegen se suspendió debido al lanzamiento de un vaso de cerveza a un juez de línea. Y este domingo, el PSV-Ajax tuvo que detenerse.
De nuevo esta bebida alcohólica y algún individuo con pocas luces hicieron que un encuentro se detuviera. En esta ocasión, fueron 20 minutos los que el juego estuvo parado debido al lanzamiento de una cerveza al jugador visitante Steven Berghuis, al que, por suerte, solo le cayó al lado.
No es la primera ni la segunda vez que el fútbol de Países Bajos es noticia recientemente por casos similares. En este mismo estadio, el Philips Stadion del PSV, ya agredió un aficionado a Dmitrovic en la Europa League. Y en el Feyenoord-Ajax de hace algunas semanas, Klaassen terminó sangrando por una lluvia de objetos.
Tras estos incidentes, la Federación Neerlandesa se puso más seria con las medidas. Ordenó que un primer lanzamiento al césped de cualquier objeto supusiera una detención momentánea del encuentro. Y si llegara a existir un segundo lanzamiento, el encuentro quedaría suspendido.