Lo primero que quiso dejar claro el francés fue el interés de conseguir la victoria: "No pensamos en nada más. Queremos tener la misma determinación que el pasado fin de semana para sumar tres puntos y clasificarnos a la siguiente ronda".
Si el equipo blanco consigue el triunfo en Chipre estará matemáticamente clasificado para octavos de final, por lo que, para Zidane, el partido ante el APOEL es una buena oportunidad para ser positivos y mejorar: "En juego no estamos mal. Vamos creciendo. Tenemos que marcar uno o dos goles y la racha cambiará. El del martes es un buen partido para dejar atrás esta falta de gol. Hay momentos en los que algunos pueden estar preocupados, pero yo no. Nunca".
"Siempre soy optimista, tengo una enorme suerte en salud y puedo dedicarme a mi pasión, que es el fútbol. Nunca voy a ser negativo", siguió exponiendo.
Respecto a Benzema, uno de los señalados por la afición blanca, pese a pedir un poco de calma, le soltó un 'palito' aseguró que hasta el propio jugador es consciente de que no está mostrando su mejor rendimiento: "Karim sabe que puede dar más. Es el primero que comprende eso. Creo que es cuestión de su falta de gol. Esperemos que mañana sea un día para cambiar".
En cuanto al rival, el, a priori, más flojo del grupo, Zidane no quiso confiarse: "Pienso que el APOEL es un buen equipo. Lo ha demostrado, miré algunos partidos suyos y han merecido estar en Champions. No será un partido fácil, pero tenemos que darlo todo. Somo esl Madrid y siempre nos pedirán más y más".
Por último, repasó algunos nombres propios: "Es normal que haya jugadores que quieran más minutos, pero cada uno tiene su papel. Les pido que estén concentrados y listos. Cuando llegó Asensio jugaba mucho menos, ahora, bastante más. Con Ceballos, Achraf y Llorente pasará lo mismo".