Un futbolista del cuadro visitante cometió un penalti al querer adelantarse a su rival y robar el esférico. El árbitro no dudó ni un instante en señalar la pena máxima a favor del conjunto local.
Moritz fue el encargado de materializar el penalti. Sobre un campo nevado a la vez que helado, el centrocampista del Kaiserslautern se atrevió con un golpeo a lo 'panenka', engañando al guardameta del Union Berlin. Los de casa vencieron al final por el resultado de 4-3.
2 de marzo de 2018