El uso de este tipo de prendas de alto rendimiento viene dándose desde hace ya varias temporadas. Entonces, este producto se estaba abriendo paso en el mercado y los futbolistas comenzaban a utilizarlo con una mezcla de curiosidad e interés durante los entrenamientos.
Aunque su uso era esporádico, pronto se vio que las virtudes eran muy grandes y los datos proporcionados muy útiles, por lo que los clubes fueron convenciendo a sus jugadores para que usaran estos chalecos gps de fútbol más a menudo, incorporándolo también en los partidos.
Al principio muchos se negaron por incomodidad y pensando que el uso de chalecos deportivos podría afectar a su rendimiento, pero, finalmente, un gran número de equipos ha acabado por incorporarlo como una prenda de juego más. El hecho de que haya habido mejoras y de que únicamente pese 66 gramos le ha convertido en un accesorio indispensable en los grandes hoy en día. Ya es más que habitual ver este chaleco sujetador en los futbolistas hasta en los partidos.
Para qué sirven los chalecos GPS de fútbol
Pues bien, estos chalecos de entrenamiento, equipados con un moderno dispositivo GPS, lo controlan todo. Además de monitorizar en muchas ocasiones el ritmo cardiaco del jugador -esto suele ser un valor añadido-, la prenda controla la distancia recorrida por el futbolista y a qué intensidad se ha recorrido, su velocidad, el número de sprints y aceleraciones o incluso el número de impactos, gracias a un moderno acelerómetro.
Al margen de poder mejorar muchos de estos aspectos y de dar la opción de corregir comportamientos erróneos, los chalecos gps de fútbol tienen un uso aún más útil. Y es que esta prenda puede avisar del peligro de lesión, tanto en los entrenamientos como en los propios partidos.
Así, equipos como la Selección Argentina la utilizan habitualmente. Sin ir más lejos, hace unas campañas, Scaloni llegó a guiarse durante bastantes jornadas por los datos de esta prenda a la hora de dar descanso a jugadores.
Los resultados obtenidos por el equipo albiceleste esta campaña avalan el uso de este peculiar complemento que se ha colado, casi sin quererlo, en los vestuarios de los principales equipos de fútbol.
Claro que enamorados del fútbol más tradicional como es Juan Román Riquelme no está demasiado convencido del uso de este tipo de prendas...
29 de septiembre de 2018
Desde 2016, este tipo de herramienta se ha extendido en la Liga para recabar datos: estadísticas, mapas de calor, kilómetros recorridos... Los preparadores físicos y los técnicos logran información de alto valor para preparar los encuentros. También pueden acceder a este tipo de estadística los medios de comunicación, para el análisis de los partidos. Y por supuesto, las direcciones deportivas, que permiten advertir los comportamiento de aquellos futbolistas que interesan, y también los propios.
Y el precio es bajo, al menos para un club de élite. Este tipo de chaleco que usan los futbolistas cuesta unos 1.800-2.000 euros.