El centrocampista de 22 años ha sido uno de los jugadores clave en el ascenso del Wigan Athletic al Championship, y desde la cúpula directiva del Crystal Palace le ven con buenos ojos gracias a su gran manejo del balón a la hora de repartir juego.
Eso sí, para hacerse con los servicios del jugador, el Crystal Palace tendrá que rascarse el bolsillo, ya que aún le queda contrato hasta 2018.