Un contundente 3 a 1 es lo que se traerán de vuelta los futbolistas del Borussia Dortmund de su visita a Hamburgo. Todo lo que pudo salir mal, salió aún peor, y el partido resultó insalvable, pese a la insistencia de Aubameyang de que no fuera así.
Los de Tüchel tuvieron el control del balón, pero no fueron capaces de generar auténtico peligro en toda la primera mitad. En cambio, al Hamburgo se le puso todo de cara cuando el árbitro se inventó un penalti sobre Ilicevic del guardameta visitante, Burki.
Holtby puso un magistral balón entre líneas que pilló completamente a contrapié a la zaga del Borussia, dirigido a Ilicevic, pero éste se bloqueó cuando notó la presencia de Papastathopoulos, trató de driblar a Burki de una manera muy tosca, tras lo que perdió el contacto con el balón y optó por hacer un piscinazo que, extrañamente, se tragó el colegiado con sedal y todo.
Lasogga fue el encargado de ejecutarlo, a la perfección: duro y ajustado al palo. Aunque Burki le adivinó las intenciones, era imposible que lo hubiera detenido. 1-0 y al Dortmund le tocaba remar contracorriente.
Sin embargo, en lugar del empate llegó el 2-0 que dejaba el partido casi visto para sentencia. Weigl, atolondrado tras sufrir un golpe en la cabeza que le provocó una hemorragia, no supo tapar los huecos que estaba dejando la defensa amarilla, hoy de negro, y Holtby le cogió la espalda sin ningún problema y batió a Burki.
A solo cinco para el final, el partido se puso imposible, y a punto estuvo de ampliarse aún más el marcador, pero esta vez la defensa actuó bien. Tüchel no podía esperar al descanso para tratar de corregir los múltiples problemas que presentraba su equipo.
Con otra cara salieron de los vestuarios, pero cuando un partido se te atasca, ni con todas las ganas del mundo le logras voltear. Y es que ya lo dice la Ley de Murphy, "si algo va mal, siempre puede ir peor". Y así fue. En el '55, un córner botado por el Hamburgo lo metía en su propia portería Mats Hummels.
Con un 'todos al ataque' contestó al tercer gol el Borussia. Sin nada que perder, el asedio a la portería de René Adler empezó, al fin. Sin embargo, el gol no llegó hasta el minuto 86, sin tiempo material para la remontada.
El tanto metió el miedo en el cuerpo al Hamburgo, pues Aubameyang, ya 'pichichi' en solitario con 15 goles (a la espera de lo que haga mañana Lewandowski), estaba eléctrico.
Un segundo gol llegó en el '91, pero el árbitro lo anuló correctamente por fuera de juego del gabonés. Esa jugada, endiabladamente enredada, tuvo hasta un tiro al palo. Adler se ganó el sueldo, también, en esos minutos de descuento.
Segunda derrota del Borussia Dortmund en la presente Bundesliga, que le deja con los 29 puntos con los que arrancó al decimotercera jornada, a cinco del Bayern, que podrían ser ocho si ganase mañana al Schalke, y con ocho de ventaja sobre el Wolfsburgo.
El Hamburgo, por su parte, sube provisionalmente hasta la octava posición, con 18 puntos.