"La vida no me cambio, porque conseguí que mi hermano y yo vistiéramos ropa de marca cuando nunca antes la habíamos tenido. Mi problema era el miedo a que mis compañeros tuvieran envidia. Destacar por eso no está bien. En el instituto me llamaban el chico Nike y me decían que era un pijo, cuando hasta entonces había llevado unas botas del Pryca", expresó el ex jugador, en una entrevista a 'AS'.
El ex jugador del Espanyol habló de su relación con sus compañeros: "Mi entorno no era como el de mis compañeros. Yo me entrenaba con ellos, pero no iba a sus fiestas de cumpleaños ni ellos a las mías. Eso se mantuvo hasta el Espanyol B: ellos iban al Puerto Olímpico y yo, al Jamboree. Si te juntas solo con futbolistas, tiendes a gastar mucho más dinero".
Jacinto tiene claro que no volvería a ir a una residencia para futbolistas. "No sé si vale la pena renunciar a gran parte de tu infancia por un sueño incierto. Cuanto más pronto te vas a un Barcelona, Madrid o Espanyol más difícil es llegar: si a mí me llegan a nombrar mejor jugador del mundo con 19 años en lugar de con 14, seguro que llego a Primera", manifestó.
El fútbol pasó a un segundo plano en su vida. "Si no soy el mejor, no quiero sentirme futbolista. Quiero dejar esa etapa y que me vean como otra cosa. He editado un libro, así que soy un futbolista que escribe. Estoy preparando el segundo, a ver si me ven como un escritor que jugó al fútbol", espetó Jacinto para finalizar.