"Pensé que iban a asesinar a mi padre"

Obi Mikel (31) vivió un drama en el Mundial de Rusia, ya que su padre fue secuestrado. El jugador del Middlesbrough se enteró cuando estaba llegando al partido ante Argentina.

Y decidió jugar, tal y como reveló en una entrevista a la 'BBC'. "Pensaba que iba a perder a mi padre, pensé que iba a ser asesinado por las exigencias que hicieron", explicó.

"Durante el partido pensé que, después del pitido final, probablemente descubriría que mi padre estaba muerto. Me partió el corazón, sabía que iba a ser traumático para mi padre", continuó.

Además, el centrocampista contó que no se lo contó a sus compañeros de la 'Albiceleste': "No dije nada porque era el capitán y tenía que liderar al equipo. Era mi responsabilidad y no iba a decir que no podía jugar"

"Tampoco podía contarlo y afectar a todo el equipo con el tema", añadió el futbolista, que habría pagado unos 25.000 euros por el rescate de su progenitor, que no era la primera vez que era secuestrado.

Obi Mikel, a pesar de la traumática experiencia, se queda con lo positivo: "Es la vida, ahora soy una persona más fuerte, puedo mirar muchas cosas y decir que no me van a afectar porque ya pasé por algo peor"

"Solo espero que no vuelva a suceder y mi padre pueda disfrutar del resto de su vida en paz", concluyó.

El padre de Obi Mikel fue raptado cuando se dirigía a un funeral, aunque los secuestradores terminando huyendo y le dejaron en un bosque tras torturarle.