El Manchester City no ha empezado la temporada como a Pep Guardiola le hubiera gustado. Si bien el equipo ganó el Community Shield, el comienzo en la Premier League ha dejado muchas dudas y los 'citizen' tienen ante sí la dura tarea de remontar ante un Liverpool que esta vez sí parece intocable.
En Champions, las cosas no han ido tan mal, pero el Manchester City no ha sido el equipo arrollador que acostumbraba. Vamos, que no hay certeza de que el conjunto celeste pueda reeditar su excepcional temporada 2018-19, donde solo falló en la Champions en una eliminatoria loca ante el Tottenham, a la postre finalista.
Pep Guardiola ha aprovechado al máximo el parón internacional para buscar soluciones. Soluciones para un problema que se repite en su carrera. Su cuarta temporada en el Barcelona fue la menos prolífica y en el Bayern también fue de más a menos, aunque en la última campaña pudo hacerse con el doblete Liga-Copa para salvar los muebles.
En 'can Barça', pasó del arrollador equipo que lo ganó todo en 2008-09 y casi todo en la 2010-11 al que solo pudo hacerse con la Copa y la Supercopa en la temporada de su despedida. La cuarta.
Tras un año sabático, tuvo la difícil papeleta de suceder a Heynckes en el Bayern y en Bavaria no acabaron del todo contentos con él, pues solo pudo brillar en el país germano... y a cuentagotas, ya que se le escapó una Copa y no pudo atar ninguna Supercopa nacional.
A su llegada al Manchester City vivió probablemente el peor momento de su carrera. Entonces, se recuperó para empezar a ganarlo todo y culminó una tercera campaña casi inmaculada, en la que al equipo solo le faltó la guinda de la Champions.
Así llega la cuarta campaña, la del paso atrás en el Camp Nou y la que ni tan siquiera pudo tener lugar en el Bayern. Un cuarto curso que en el Manchester City ya examinan con recelo, pues el catalán podría decidir poner fin a su ciclo al final del mismo. Sobre todo si, pese a las dudas en Inglaterra, llega la ansiada Champions.