Perú no levanta cabeza desde el Mundial

El combinado peruano perdió frente a Alemania (2-1), Holanda (2-1), Ecuador (0-2) y Costa Rica (2-3), empató ante Estados Unidos (1-1) y solo pudo ganar a Chile (3-0).

La preocupación terminó por asentarse con las dos últimas derrotas ante Ecuador y Costa Rica, ambas en condición de local, a excepción de los otros encuentros que Perú había disputado fuera del territorio nacional.

A diferencia de la primera mitad del año, donde Perú se caracterizó por su regularidad y solidez, en esta segunda mitad de 2018 se ha visto a un equipo con altibajos, en los que alternó momentos brillantes con otros carente de intensidad y concentración.

El mejor ejemplo de ello son los partidos de Chile y Ecuador, donde el equipo dirigido por el argentino Ricardo Gareca mostró su mejor y peor versión, en un lapso de apenas un mes.

En el primero brilló con un juego arrollador, pero con sus vecinos del norte ocurrió lo opuesto y, sin casi presencia en el área contraria, estuvo a expensas de los ecuatorianos.

En los demás partidos, Perú alternó estas dos versiones dentro de los 90 minutos de juego y reveló que su talón de Aquiles son los equipos que defienden con los once hombres en su parcela, como ocurrió con Estados Unidos.

En esa tesitura, Perú terminó perjudicado por dos factores determinantes, que son la falta de efectividad, con numerosas ocasiones de gol perdidas, algo que arrastra desde el Mundial; y una mayor debilidad en la defensa, que echó por tierra los múltiples intentos de sus delanteros por anotar.

Estos problemas parten fundamentalmente de que la 'Blanquirroja' no ha podido dar continuidad en estos partidos al equipo titular que logró la histórica clasificación para la Copa del Mundo.

Gareca ha variado mucho su once tipo tanto por obligación, a causa de lesiones y suspensiones de algunos jugadores, como por voluntad propia de observar a nuevos hombres que puedan ampliar la competencia en el combinado nacional.

Sin embargo, buena parte de los futbolistas que gozaron de minutos en estos partidos no dieron la talla ni estuvieron a la altura de las expectativas, mientras que otros ya habituales en la Selección evidenciaron un descenso en su rendimiento.

Con la suspensión por dopaje reanudada al capitán y goleador histórico de la Selección, Paolo Guerrero, este era el momento de Raúl Ruidíaz, uno de los jugadores más convocados por Gareca pero que menos minutos había gozado hasta el Mundial.

Ruidíaz, que juega en el Seattle Sounders estadounidense, ha aparecido en cinco de los seis partidos, en los que ha jugado 375 minutos sin haber anotado ningún gol.

El centrocampista Christian Cueva, el jugador más utilizado por Gareca, pasó inadvertido, aparentemente todavía apesadumbrado por el penalti fallado por el Mundial ante Dinamarca, al punto de quedarse fuera de la última convocatoria en detrimento de Benavente.

El 'Chaval' Benavente, que milita en el Charleroi belga, era otro de los más pedidos por la afición y se mostró con claroscuros, sin presencia ante Ecuador y con algo más de desparpajo contra Costa Rica.

Al equipo también le costó encontrar la brújula cuando Yoshimar Yotún no estuvo en la cancha y en la defensa la ausencia del experimentado Alberto Rodríguez por lesiones y falta de actividad también pasó factura.

Otros futbolistas en los que Gareca deberá concentrar sus esfuerzos por recuperar su mejor versión de cara a la Copa América son el centrocampista Renato Tapia y el extremo derecho André Carrillo, el mejor jugador peruano en el Mundial.